Por mucho que la moda patalee por ser el centro de atención en los premios cinematográficos, estos no son un terreno totalmente propio. Lo que sí ocurre en la gala inaugural de la exposición de primavera del Costume Institute del museo Metropolitan de Nueva York. Más que nunca el lunes por la noche, cuando se estrenaba la muestra American woman. Una radiografía de la femineidad en EE UU entre 1890 y 1940.
De izquierda a derecha, Gisele Bündchen y Tom Brady; la diseñadora Stella McCartney con Liv Tyler y Kate Hudson; Oprah Winfrey, vestida por Óscar de la Renta, y Eva Mendes.- REUTERS / AP
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Patrocinada por Gap, con Oprah Winfrey y Anna Wintour (directora de Vogue USA) como anfitrionas, la exposición es una excusa perfecta para que la industria estadounidense saque pecho en este complejo momento económico. Diseñadores, modelos y actrices no desaprovecharon semejante escaparate. Ignorando la invitación al riesgo estético implícita en un evento tan intensamente monitorizado, proliferaron los vestidos de cola y la pedrería. Tal vez no fuera la ceremonia de los Oscar, pero se le parecía más que nunca.
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